Las autoridades de ocupación israelíes renovaron una orden mordaza sobre los casos de varios detenidos bajo interrogatorio durante otro mes más. La orden mordaza renovada es hasta el 10 de noviembre de 2019. Ayer, 10 de octubre de 2019, el Tribunal de Primera Instancia de Jerusalén aprobó la petición de la unidad de inteligencia israelí de renovar la orden mordaza durante todo el período solicitado, prohibiendo la publicación de cualquier detalle sobre los casos de los detenidos. La audiencia solo se celebró con una de las partes (la unidad de inteligencia israelí) y prohibió a los representantes legales de los detenidos, negándoles el derecho básico de derogar la orden mordaza. Cabe señalar que el equipo de defensa también fue excluido de los procedimientos judiciales en la audiencia inicial de la orden mordaza el 10 de septiembre de 2019, que estableció una orden mordaza de un mes que expiró el 10 de octubre de 2019. A pesar de la orden mordaza, los medios israelíes y El departamento de inteligencia israelí ha publicado continuamente información al público sobre los casos. Esta aplicación inconsistente de la orden mordaza, en la que las fuentes israelíes han ejercido la libertad de publicar, solo puede entenderse como una forma de influir en la opinión pública, particularmente porque los detenidos aún no han sido acusados.
Addameer expresa seria preocupación por el bienestar y la salud de los detenidos mencionados en la orden mordaza, algunos de los cuales han sido detenidos desde finales de agosto, y a muchos también se les ha prohibido reunirse con sus abogados. Para los detenidos a los que se ha permitido visitar a Addameer, hemos documentado casos graves de tortura física y malos tratos durante su detención e interrogatorio. En Addameer estamos preocupados por la tortura generalizada de todos los detenidos bajo la orden mordaza. Además, la prohibición de las visitas de abogadas y abogados para esos detenidos es otro ejemplo más de las violaciones sistemáticas del derecho a un juicio justo, tal como lo establece el derecho internacional.
Addameer enfatiza que la orden mordaza es un intento de encubrir graves violaciones de derechos humanos infligidas a los prisioneros palestinos por sus interrogadores y también a los miembros de las familias de los prisioneros, ya que se ha utilizado como una herramienta para presionar a los presos durante este período. Además, la orden mordaza es una violación de los derechos básicos del prisionero, su familia y su abogado para tener acceso a la información.