Desde el amanecer del día 10 de mayo de 2021 Israel y sus fuerzas de ocupación han intensificado sus ataques contra la población palestina de Jerusalén, especialmente contra las personas que se encontraban rezando en el interior de la mezquita de Al-Aqsa. El asalto en el compuesto de Al-Aqsa, momento en que más de 20.000 personas palestinas se encontraban presentes por la oración del Al-Fajr, las Fuerzas de Ocupación Israelíes (FOI) dispararon proyectiles de goma, cápsulas de gas lacrimógeno y bombas ensordecedoras (sónicas), contra la multitud, mientras impidieron la entrada de la Cruz Roja y otros grupos médicos en el recinto, negando así la asistencia médica a docenas de personas heridas, algunas de ellas en estado grave. Como consecuencia de estos hechos, a las 10 de la mañana del mismo día, cuando aproximadamente 7.000 personas estaban participando en una sentada dentro de la Mezquita, la Cruz Roja documentó al menos 180 personas heridas, 80 de las cuales necesitaban inmediata hospitalización. Periodistas y paramédicos se encontraban dentro con las personas heridas. En consideración de la escalada interrumpida de violencia y ataques contra el pueblo palestino en las últimas semanas, y de la persistente intención de los colonos israelíes de asaltar el compuesto de Al-Aqsa, advertimos que el uso de la fuerza de Israel solamente promoverá un nuevo aumento de los ataques. Por ello, instamos a la Comunidad Internacional a tomar, de manera urgente, medidas concretas con el objetivo único de detener los ataques de Israel.
Algunos de los rasgos que resumen el régimen colonial y de apartheid de Israel son la opresión y fragmentación de la población palestina, el uso sistemático y excesivo de la fuerza, como el empleo de políticas de castigo colectivo y detenciones arbitrarias; sumados también a la violencia impune ejercida por los colonos israelíes. En los últimos cuatro días, las FOI han matado a tres personas palestinas, incluyendo a un niño de 16 años, Said Odeh, quien recibió los disparos, al menos dos veces, en la espalda. Desde el arranque del mes de Ramadán, el aumento de la opresión y agresión contra la población palestina de Jerusalén ha sido constante por medio de la amenaza inminente, sobre más de 87 residentes de la zona, de ser expulsados por la fuerza de sus casas. Dicha expulsión quiere dejar paso a la organización y expansión de los asentamientos israelíes, con la total asistencia y complicidad ilegal y discriminatoria del sistema legal de Israel. El uso desproporcionado de la fuerza ha acentuado la frustración entre el pueblo palestino, sometido a décadas de represión colonial, en todos sus territorios ocupados, pero especialmente en Jerusalén donde se está viviendo actualmente un incremento en la práctica de estas políticas y violaciones.
Desde el martes 13 de abril de 2021, primer día de Ramadán, la población palestina de Jerusalén ha estado en el punto de mira siendo sistemáticamente atacada. En el primer día de Ramadán las FOI ocuparon el exterior de Al-Aqsa, cortaron el sistema de cables para el funcionamiento de los altavoces del alrededor de la mezquita, impidiendo así la llamada colectiva para la oración, y cerraron con vallas de metal el acceso al recinto por la puerta de Damasco. Ese mismo día, las FOI siguieron sus provocaciones agrediendo las personas palestinas, que se encontraban en la zona, con sus manos, porras y bombas ensordecedoras, en un intento de evitar la reunión posterior en las escaleras, después del rezo.
El jueves 22 de abril de 2021 por la noche, un grupo de colonos israelíes, entre los cuales se encontraban algunos afiliados al grupo de extrema derecha Lehava, tomaron las calles coreando la consigna de: ‘muerte a los árabes’. Cabe señalar que esa noche las FOI ofrecieron protección a la marcha, fomentando y contribuyendo a los ataques que tuvieron lugar. Según la Cruz Roja Palestina, ese día, 105 personas palestinas fueron heridas, de las cuales 22 necesitaron hospitalización en condición controlada. Esa misma noche se documentaron más de 50 detenciones arbitrarias, únicamente entre la población palestina. La situación descrita ha sido continua a diario, noche tras noche, junto al encarcelamiento abusivo hasta el día 25 de abril de 2021, cuando un grupo de palestinos retiró las vallas metálicas que impedían el acceso a Al-Aqsa por la puerta de Damasco. Aun así, la represión y detención arbitraria ejercidas por Israel, de cualquier persona que se encuentre en la zona, no ha parado hasta el día de hoy.
En un contexto de dominación y opresión, propio del régimen colonial y de apartheid de Israel, las FOI junto con los colonos Israelíes han atacado, acosado y perseguido de manera sistemática a la población palestina, residente en el barrio Sheikh Jarrah, junto a las personas que han mostrado solidaridad con el distrito. El 10 de mayo de 2021 el Tribunal Supremo de Israel, responsable de la discriminatoria implementación de la legislación nacional ilegal en un territorio ocupado, debía realizar una audiencia sobre el desalojo forzoso de ocho familias palestinas en Sheikh Jarrah, que fueron expulsadas de sus casas el año 1948 durante la Nakba, viviendo aún sometidas en una Nakba sin fin. A la espera de la decisión del Tribunal, las residentes de Sheikh Jarrah han hecho -y siguen haciendo- un llamamiento a la solidaridad y a la convocatoria de actividades de apoyo a su lucha de resistir la represión Israelí. Desde el 2 de mayo de 2021, las habitantes del barrio, acompañadas por otras palestinas movidas por la solidaridad, se reúnen a diario delante de sus hogares en Sheikh Jarrah para visibilizar públicamente su causa.
La población palestina, que rechaza la represión israelí, ve como la opresión a la que hacer frente se ha intensificado notablemente. Durante una semana, las FOI y los colonos israelíes, algunos de ellos armados, han formado parte de un plan para reprimir y atacar directamente a las palestinas de Sheikh Jarrah, saqueando y dañando sus casas, disparando con cápsulas de gas lacrimógeno, bombas sónicas y aguas fecales, deteniendo a un gran número de ellas de manera arbitraria. El jueves 6 de mayo de 2021 el miembro del Parlamento Israelí (Knesset), Itamar Ben-Gvir trasladó su oficina, en el barrio de Sheikh Jarrah, delante del hogar de la familia Al-Ghawi, ocupado el año 2009. Ese mismo día a la hora del iftar un grupo de colonos israelíes, protegidos por las FOI, atacaron con spray pimienta a las residentes palestinas de Sheikh Jarrah, quienes respondieron lanzando sillas al grupo de agresores. Las FOI actuaron reprimiendo a la población palestina y defendiendo a los colonos israelíes; aproximadamente un total de 15 personas palestinas fueron detenidas ese día. Desde entonces, a partir del día 7 de mayo de 2021, las FOI han cerrado todas las entradas al barrio por completo y solo permiten el acceso de la población palestina residente en Sheikh Jarrah. Aun así grandes grupos de personas palestinas siguen movilizándose cada día en los accesos del distrito para mostrar solidaridad con sus vecinas, siendo reprimidas y atacadas sin excepción por las FOI.
El viernes 7 de mayo de 2021, el último viernes de Ramadán, las FOI continuaron con su firme ataque contra la población palestina residente en Jerusalén, esta vez lanzando bombas de sonido y de gas lacrimógeno y disparando balas de metal recubiertas de goma contra las personas que se encontraban rezando dentro de los patios interiores del recinto de Al-Aqsa. Esa noche, la represión en Al-Aqsa continuó sin tregua hasta las 3 de la madrugada, cuando las FOI vaciaron el interior de la mezquita y cerraron sus puertas. Según los recuentos de la Cruz Roja Palestina esa noche más de 205 personas palestinas fueros heridas, 80 de las cuales necesitaron hospitalización. Ese mismo día tres personas perdieron un ojo, y dos más se fracturaron la mandíbula. La mañana del sábado 8 de mayo de 2021 la represión israelí continuó dejando 90 personas palestinas heridas, 5 de las cuales con lesiones en la cabeza. El mismo sábado Israel cerró diferentes carreteras de acceso al recinto de Al-Aqsa (Route 433 y la carretera de Abu Ghosh) para prevenir el paso de diferentes buses y vehículos palestinos procedentes del interior de la 'Green Line’ dirección a Al-Aqsa. Este cierre ejemplifica, una vez más, la continua estrategia de Israel de fragmentar geográficamente al pueblo palestino.
Gravemente alarmadas por la escalada de violencia, os queremos invitar a tomar partido y a uniros en la declaración emitida por Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido, instando a Israel a la finalización de sus políticas de expansión colonial, destacando la situación actual en Sheikh Jarrah, así como recordarle sus obligaciones legales a las que debe responder. Sin embargo, nos mostramos preocupadas por el lenguaje usado en las declaraciones publicadas por el Middle East Quarter Envoys, y la Unión Europea, donde se expresan sus 'preocupaciones' en relación con el desalojamiento forzoso y el aumento de las 'tensiones y violencia' en Jerusalén Este, terminando con un llamamiento a 'ambos lados a mantener y respetar el orden establecido en los lugares sagrados'; afirmando así que 'todos los líderes tienen la responsabilidad de actuar en contra del extremismo y de pronunciarse en contra de todos los actos de violencia e incitación'. Ambas declaraciones fracasan al recordar a Israel, como poder ocupante, sus obligaciones legales sobre todas las personas palestinas residentes en Jerusalén. Ambas declaraciones fracasan al contextualizar y dirigir el origen de los ataques israelíes contra el pueblo palestino, ignorando el régimen colonial y de apartheid de Israel. Ambas declaraciones otorgan a las personas palestinas, población colonizada, la misma responsabilidad que el poder colonizador de Israel.
El domingo 9 de mayo de 2021, el Tribunal Supremo de Israel decidió posponer la audiencia del caso de Sheikh Jarrah, caso que fue inicialmente programado el mismo día del conocido 'Día de Jerusalén', un festivo israelí que 'celebra' la ocupación ilegal y anexión de Jerusalén Este de 1967. Es necesario subrayar que el sistema judicial de Israel es, a la vez, discriminatorio y sesgado contra la población palestina, siendo así una herramienta bajo los intereses de la compañía colonial de Israel. Por ello, es necesario que la Comunidad Internacional intervenga de inmediato para prevenir y evitar la puesta en práctica de las expulsiones mencionadas en Sheikh Jarrah.
Dado el incremento de los últimos ataques israelíes contra la población palestina, especialmente las palestinas residentes en Jerusalén, hoy queremos advertir que el uso y abuso desproporcionado de la fuerza de Israel solamente llevará a un nuevo aumento de los ataques contra el pueblo palestino. Si no se toman acciones directas e inmediatas para frenar la opresión ejercida por Israel, no solamente se asaltará la estructura del orden legal internacional, sino que se promoverá el ataque diario y sistemático contra la población palestina, sometida desde décadas al régimen colonial y de apartheid de Israel, por parte de la potencia ocupante. Hoy, las palabras de condena no son suficientes. Las políticas ilegales, con gran trayectoria e implementación, de Israel no llegarán a su fin hasta que la Comunidad Internacional no tenga la voluntad política de emprender acciones concretas, incluyendo la sanción contra Israel, con el fin de exigirle responsabilidades por sus numerosas violaciones del Derecho Internacional, de los derechos humanos básicos, así como del Derecho Humanitario.
Organizaciones firmantes:
El Consejo de Organizaciones Palestinas por los Derechos Humanos (PHROC), compuesto por:
- Al-Haq, Federación Internacional por los Derechos Humanos;
- Al Mezan Centro de Derechos Humanos;
- Addameer Asociación de Apoyo a los Presos y Derechos Humanos;
- Centro Palestino de Derechos Humanos;
- DCI – Defensa Internacional de los Infantes – Palestina;
- Centro de Asistencia Legal y Derechos Humanos de Jerusalén;
- Aldameer Asociación de Derechos Humanos;
- Centro de Estudios de Derechos Humanos de Ramallah;
- Hurryyat – Centro de Defensa de Libertades y Derechos Civiles;
- Comisión Independiente de Derechos Humanos (Defensoría del Pueblo) – Miembro Observador;
- Muwatin, Instituto de Democracia y Derechos Humanos – Miembro Observador.
Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas (PNGO);
Centro de Acción Comunitaria (CAC);
Coalición Civil por los Derechos de las Personas Palestinas en Jerusalén (CCPRJ).