Ramallah -25/10/2015- Addameer (organización que apoya a los prisioneros políticos y de derechos humanos) sostiene que las autoridades de la ocupación israelí son las responsables de la reciente escalada de violencia en Cisjordania y en los territorios de 1948. Tanto las prácticas y las violaciones perpetradas por la ocupación israelí y por los colonos, como la provocación que se llevó a cabo en la mezquita Al-Aqsa, son los principales motivos del reciente deterioro de la situación y de la escalada de violencia. Israel practica el castigo colectivo y viola los derechos humanos a diario por medio de acciones como la demolición de viviendas, detenciones, ejecuciones extrajudiciales y ataques contra los palestinos; así como, la confiscación de tierras palestinas para que sean ocupadas por colonos e ignorar la violencia allí perpetrada (el ejemplo más reciente de este tipo de acciones ha sido el incendio provocado en Duma, al sur de Nablus, en el que murió la familia Dawabsheh; acto que ha contribuido a alimentar la actual escalada de violencia).
Desde el inicio de la insurrección popular palestina que comenzó en este mes de octubre, las autoridades de la ocupación han llevado a cabo arrestos masivos tanto en Cisjordania como en el territorio de 1948. Las estadísticas de Addameer muestran que, desde principios de octubre hasta la tarde del 25 de octubre, 942 palestinos habían sido arrestados, entre ellos 144 niños. Estas detenciones se distribuyen de la siguiente manera: 790 arrestos se produjeron en Cisjordania, de los cuales 247 tuvieron lugar en el Jerusalén ocupado, y 152 fueron en los territorios de 1948. El número total de palestinos detenidos en cárceles israelíes asciende, por tanto, a 6.300 personas, de los cuales 270 son niños y 39 mujeres. Las autoridades de la ocupación israelí han emitido 60 órdenes de detención administrativa desde que comenzó el mes. De estas órdenes, 43 se emitían por primera vez y las 17 restantes correspondían a renovaciones. Estas cifras están aumentado alarmantemente de forma diaria.
La reciente ola de arrestos masivos ha dado lugar a un serio hacinamiento de las prisiones de la ocupación israelí y de los centros de detención e interrogatorio y a un agravamiento de sus ya pobres condiciones. Durante sus últimas visitas a estos centros, los abogados de Addameer han documentado la situación y el sufrimiento al que están sometidos los presos y detenidos, quienes han declarado escasez de alimentos, de productos de higiene personal, de ropa, de colchones y de almohadas, además del hacinamiento en las celdas y otras condiciones inhumanas y humillantes.
También se hace necesario señalar que las IOF (las fuerzas de la ocupación israelí) utilizan munición real y a la fuerza letal contra los/las manifestantes palestinos y contra cualquier persona que levante la menor sospecha. Desde principios de octubre, el Ministerio de Sanidad palestino ha informado de que las IOF asesinaron a 58 palestinos, de los cuales 12 eran niños. A estos datos hay que añadir que más de 2.245 palestinos resultaron heridos por las IOF, 645 por munición real y 1.600 por balas de goma recubiertas. Más de 4.200 palestinos resultaron heridos por la inhalación de gas lacrimógeno.
Las autoridades de la ocupación israelí han intensificado aún más si cabe las medidas opresivas contra los palestinos y no han devuelto a sus familias los cuerpos sin vida de 22 palestinos que habían sido abatidos por sospechas de supuestos intentos de apuñalamiento, a pesar de las pocas evidencias que sostenían dichas sospechas. Las familias de estas personas también han sufrido ataques y han sido hostigadas; ya que, varios de estos familiares han sido detenidos y otros han visto cómo han demolido sus casas. Todas estas acciones y políticas forman parte de un castigo colectivo y de represalias.
Las prácticas llevadas a cabo por Israel tienen como objetivo crear hechos consumados que impongan, justifiquen y validen las colonias israelíes, desplazando a los palestinos del Jerusalén ocupado y del área “C” de Cisjordania, además de aislar Jerusalén de Cisjordania y hostigar a los civiles palestinos. Las prácticas de Israel solamente se traducirán en un mayor deterioro de la situación actual y en una mayor escalada de violencia.
Graves violaciones contra los palestinos
Las Fuerzas de Ocupación Israelís (IOF) han incrementado gravemente la violación de derechos humanos en respuesta a la insurrección en los territorios ocupados. Las IOF han arrestado a decenas de palestinos heridos y les han sometido a interrogatorios sin importarles lo más mínimo su estado de salud. Además, las IOF han secuestrado y detenido a palestinos heridos que se encontraban en el interior de las ambulancias (Addameer ha documentado cuatro casos) u hospitalizados. Las IOF irrumpieron en el Hospital Árabe Especializado de Nablus y raptaron a uno de los pacientes, Karam Al-Masri (de 23 años de edad). Esto no constituye un hecho aislado, puesto que, además, han entrado en varios hospitales de Jerusalén, buscando ambulancias con heridos y/o enfermos obstaculizando el trabajo de los profesionales sanitarios.
Addameer ha monitoreado varios casos de arrestos punitivos y el acoso al que se ha sometido a los familiares de los jóvenes palestinos sospechosos de presuntos intentos de apuñalamiento. Hasta el momento, siete familiares de estos sospechosos han sido detenidos. De estos siete casos, dos de ellos han sido condenados a seis meses de detención administrativa. Dos ejemplos de esto son el padre de Thaer Abu Ghazaleh y el hermano de Shuruq Dwaiat sospechosos de ataques con arma blanca.
Addameer, también, ha documentado un aumento de las detenciones de palestinos acusados de incitar presuntamente a la violencia y al racismo a través de las redes sociales como Facebook. Por el momento, Addameer tiene documentadas las detenciones de 30 palestinos acusados de incitación. De estas 30 detenciones, 25 han sido puestos en detención administrativa sin cargos ni juicios. Estas detenciones son un duro golpe a la libertad de expresión y suponen una violación de las leyes internacionales en materia de derechos humanos. Cabe destacar que las autoridades de la ocupación israelí no han detenido a ningún israelí bajo estas acusaciones.
La mayoría de las personas que han sido arrestadas por las fuerzas de ocupación israelí y las fuerzas infiltradas Mustaribin, sufren todo tipo de abusos físicos y psíquicos además de malos tratos. Addameer ha documentado un incremento de agresiones brutales perpetradas durante el arresto y el interrogatorio desde el principio de este mes. Entre los casos que Addameer ha documentado, se encuentra el caso de Mohammad Burqan, de 18 años, quien recibió un disparo con una bala de goma en el ojo izquierdo por las fuerzas de la ocupación israelí en el barrio de Al-Turi en el Jerusalén ocupado. El resultado de esta agresión fue la pérdida de visión de este ojo. Tras esta lesión, las fuerzas especiales israelíes le atacaron físicamente golpeándole repetidamente en la cabeza y en el estómago. Burqan fue trasladado al Hospital Hadasa Ein Karem donde le extirparon quirúrgicamente el ojo izquierdo.
Las fuerzas de la ocupación israelí, cuatro días después de la intervención quirúrgica, sometieron a Burqan a un interrogatorio, pese a que ya le habían interrogado durante su hospitalización. Durante los cuatro días que pasó en el hospital, Burqan estuvo esposado a la cama en todo momento. A pesar de su crítico estado de salud, se presentaron cargos contra él. Burqan informó la abogada de Addameer Farah Bayadsi durante una de sus visitas al centro de detenciones de Mascobiyya que padecía fuertes dolores de cabeza y mareos. También le informó de que llevaba días sin poder comer debido al insoportable dolor en la mandíbula al abrir la boca y de que no había podido dormir porque, durante la noche, había estado sangrando por la nariz. La abogada Bayadsi confirmó que Burqan, desde que había sido trasladado al centro de detenciones de Mascobiyya, no estaba recibiendo la medicación prescrita ni siguiendo el tratamiento médico establecido, aun conociéndose su estado de salud crítico.
Además, Addameer ha documentado el arresto de Ahmad Hamed, un estudiante de 21 años de la Universidad Birzeit, quien fue brutalmente agredido por la unidad de fuerzas infiltradas Mustaribin y disparado a quemarropa en el muslo antes de ser detenido y conducido al asentamiento de Beit El, cerca de Ramallah. Dejaron que Hamed se desangrara durante una hora mientras permanecía atado con esposas de plástico. Hamed informó de todo lo acontecido al abogado de Addameer Samer Sama’an durante la visita del letrado el mismo día que le interrogaron, un día después de su arresto, sin importar su estado de salud. El estudiante no podía caminar y le trasladaron en silla de ruedas. Padece fuertes dolores en las piernas y por todo el cuerpo. Ha sido acusado de tirar presuntamente piedras y de agredir a un policía encubierto de Mustaribin.
Addameer confirma que las prácticas de la ocupación israelí y el mal trato contra los palestinos violan el derecho internacional de los derechos humanos, que prohíbe estrictamente los actos de castigo colectivo y las represalias contra las personas protegidas que viven bajo la ocupación, según lo dispuesto en el artículo 33 del IV Convenio de Ginebra aplicable en el Territorio ocupado Palestino.
El uso excesivo de la fuerza y las ejecuciones extrajudiciales
Desde que comenzaron los acontecimientos actuales, las IOF han recurrido al uso excesivo de la fuerza contra los civiles palestinos y los han acusado de presuntos intentos de ataque con arma blanca. Tanto grabaciones como varios testigos han confirmado que las fuerzas de la ocupación israelí han empleado la fuerza desmesurada contra palestinos desarmados solo por sospechas sin que, en realidad, supusieran ninguna amenaza real y directa que justificase abrir fuego. Es más, las IOF han utilizado munición real y balas de goma para disparar en la parte superior del cuerpo de los manifestantes durante las manifestaciones y los enfrentamientos. Esta peligrosa escalada de violencia está dando como resultado la muerte y, en otros casos, lesiones de muchos jóvenes palestinos.
El excesivo uso de la fuerza contra sospechosos ha resultado en la muerte de 28 jóvenes palestinos y en heridas en el caso de muchos otros. Estas cifras sugieren que el empleo deliberado de la fuerza contra los palestinos viola el derecho internacional y las leyes en materia de derechos humanos, que limitan el uso de la fuerza a los casos en los que el sospechoso represente una amenaza real y seria. Incluso en los casos en los que la ocupación israelí afirma que el sospechoso portaba un cuchillo, las leyes del derecho internacional prohíben el uso de la fuerza y, en cambio, la permiten para dar avisos y/o detener a un sospechoso, nunca disparar para matar. Esta reciente tendencia constituye una grave violación del IV Convenio de Ginebra de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 147 y un crimen de guerra conforme lo previsto en el artículo 8 del Estatuto de Roma.
Entre los casos más destacados de ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por las IOF durante el pasado mes, se encuentra el asesinato de Fadi Alloun, de 19 años, a quien la policía israelí acusó de portar un cuchillo y de intentar apuñalar a un colono en Jerusalén. Las circunstancias del supuesto apuñalamiento aún no están claras. Sin embargo, hay una grabación en la que se demuestra que Alloun estaba desarmado cuando le dispararon y que lo que estaba intentando era ponerse a cubierto de un grupo de colonos que estaban intentando lincharle. Posteriormente, este grupo pidió a la policía que dispararan al joven alegando que el palestino intentó apuñalar a alguien. La grabación muestra claramente que Alloun no representaba ninguna amenaza para nadie, ni siquiera para el oficial de policía que le disparó, y que, por lo tanto, su ejecución extrajudicial no se justifica legalmente. Después del homicidio ilegítimo de Alloun, las autoridades de la ocupación israelí conservaron el cuerpo sin vida del joven durante cerca de una semana, violando, de esta manera, los valores éticos y democráticos tanto de la legislación nacional como de la internacional y del derecho internacional de los derechos humanos. La insistencia de Israel por mantener el cadáver de Alloun haciendo caso omiso a las súplicas de la familia del joven para recuperar el cuerpo y así poder enterrarlo, incluso siguiendo las condiciones impuestas por la ocupación israelí, indica claramente que no devolver el cuerpo sin vida supone simplemente un acto de castigo colectivo.
Addameer exige:
-Que las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas cumplan con su obligación de detener los crímenes y las violaciones cometidas por la ocupación israelí y dar protección a la población palestina.
-Que los Estados firmantes del IV Convenio de Ginebra cumplan con su obligación de proteger tanto a las personas palestinas como a los objetos y lugares de culto civiles en tiempos de guerra.
-Que el Fiscal de la Corte Penal Internacional inicie de inmediato una investigación sobre los crímenes perpetrados por la ocupación israelí contra el pueblo palestino.