Escribimos este comunicado con motivo del día de la Nakba con mucha pesadumbre. Tras los hechos del 14 de mayo de 2018, todas las condenas parecen insuficientes y los llamamientos a la acción, vacíos. Resulta indignante el hecho de que esto se haya repetido cíclicamente durante los pasados 70 años.
Como organización de apoyo a los presos, 70 años desde la Nakba representan 70 años de control y dominación. Este sistema perpetúa y sostiene la ocupación. Desde el régimen de permisos, la confiscación de tierras, la anexión, la demolición de casas y las masacres, el objetivo de todas estas acciones es el mismo; doblegar al pueblo palestino, sus vidas y sus sueños a la voluntad de la fuerza ocupante.
Esto supone la violación de los principios básicos del derecho humanitario. 50 años de ocupación oficial no son de ninguna manera temporales y ya no atienden a la definición internacionalmente aceptada. Así, nos encontramos en una nueva realidad por el simple paso del tiempo y la aserción de la voluntad del ocupante. El sistema de derecho militar se basa en el paradigma legal dominante de la tierra; la población ocupada está constantemente siendo desplazada con cada encarcelamiento y el ocupante lleva a cabo pasos persistentes contra la anexión indefinida.
La Nakba significa 70 años de desplazamientos, dominación y deferencia hacia un poder externo. Significa espíritus sometidos y pocas posibilidades. Significa la desintegración de la esperanza poco a poco, manifestada en las inacciones de aquellos que tienen el privilegio de desvincularse y desesperanzarse y aquellos que no.
Durante los últimos cuatro días, hemos visto en torno a 100 arrestos en todo el territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén y la Franja de Gaza. En un intento de subyugar la legítima indignación tras la gran masacre perpetuada en Gaza, la ocupación ha vuelto a sus métodos de control más “modestos”.
La comunidad internacional ha mostrado su falta de coraje moral para enfrentarse a Israel. Ha hecho declaraciones y ha exigido moderación mientras se cometían crímenes contra la humanidad y violaciones de derechos humanos sin cesar. Por un lado, han condenado la ocupación, pero, por otro, han continuado apoyando a quienes la perpetúan. Han realizado conferencias de paz mientras comerciaban con instrumentos para la guerra. Si existe un momento para cambiar este patrón, es ahora. 70 años de continua catástrofe son demasiados. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de asegurar el cumplimiento de las normas y leyes internacionales. Quienes no las cumplan no tienen cabida en la comunidad de las naciones.
Para aquellos que han luchado por Palestina personalmente, necesitamos vuestros actos y compromiso más que nunca. Si algún día hemos de encontrar una solución, son las personas y no las grandes instituciones, quienes promoverán el cambio. Será lento, poco a poco, pero caminaremos hacia la justicia con cada protesta, cada nueva comprensión de la situación y cada acuerdo de BDS. Cada vez que una resolución de BDS salga adelante en universidades, sindicatos o gobiernos locales, la gente se preguntará ¿por qué? Es tu rol como persona de la sociedad civil responder a esa pregunta. Que 70 años de desplazamiento y opresión continúan: que Israel no cumple el derecho internacional ni respeta los estándares básicos de los derechos humanos de los palestinos; que la autodeterminación es lo que quiere un pueblo que ha estado luchando durante 70 años. Que es una verdad eterna que todo ser humano simplemente quiere la oportunidad de dictar los parámetros de su propia vida.
A aquellos que murieron en Gaza, honramos vuestra memoria. A aquellos que fueron desplazados en 1948, llevamos vuestra carga y a aquellos enterrados en cárceles de la ocupación, luchamos por vuestra libertad.
70 años son demasiados años.