Naciones Unidas estableció el 26 junio como el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura y por ello desde Addameer manifestamos nuestra solidaridad con los prisioneros palestinos que han sufrido los devastadores efectos de la tortura y el maltrato y la inequívoca condena a todo este tipo de tratamiento en las cárceles israelíes, centros de interrogatorio y centros de detenciones.
El derecho a vivir libre de tortura es un derecho fundamental y no derogable, garantizado para todos los seres humanos sin importar su estatus de detención. Como estado miembro de la mayoría de convenciones básicas y tratados de protección de este derecho entre las que se encuentran la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta Internacional de Derechos Civiles y Políticos y, especialmente, la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura1, Israel está bajo la incuestionable obligación legal internacional de asegurar que todas y todos los prisioneros no sufren tortura y trato cruel, inhumano y degradante o castigo2. Es más, bajo el Derecho Internacional Humanitario la tortura se considera crimen de guerra y puede suponer crimen de lesa humanidad si se sistematiza su uso.
Después de que las fuerzas de ocupación israelíes detienen a una persona, las y los detenidos normalmente no son informados de la razón de su arresto y tampoco informan a sus familias del lugar al que son llevados. Los detenidos son mantenidos en espera, de pie o de rodillas por largos periodos de tiempo antes de que sean metidos en un furgón militar prácticamente tirados, a veces con la cara hacia abajo, para su traslado a un centro de interrogación. Durante el traslado, que puede durar varias horas, el abuso continúa normalmente en forma de golpes, insultos, amenazas y humillaciones deliberadas.
Una vez en el centro de detención y/o interrogación, el detenido o bien es metido en una celda, a menudo en aislamiento, o llevado directamente a la sesión de interrogatorio. Durante el periodo de interrogación, él o ella normalmente sufren un trato físico o psicológico cruel, inhumano o degradante. Los métodos de mal trato que más frecuentemente son descritos durante el interrogatorio incluyen:
- Métodos habituales: privación del sueño a través de sesiones continuas y prolongadas de interrogatorio, uso excesivo de las esposas por largos periodos de tiempo y muy apretadas hasta cortar la circulación de la sangre; golpes, tortazos, patadas, abuso verbal y humillaciones intencionadas; y el uso de amenazas directas hacia la propia persona detenida o algún miembro de la familia, incluyendo amenazas de arresto a algún miembro de la familia, amenazas de abuso sexual contra el/la detenida o miembros de la familia, amenazas de demolición de casas y amenazas de muerte.
- “Técnicas de interrogación militar” usadas en casos “contrarreloj” y justificadas bajo el eslogan de “necesidad de defensa”: el uso de posiciones de estrés dolorosas, donde el detenido está doblado hacia atrás del asiento de la silla causándole dolor de espalda, o forzado a permanecer de pie por largos periodos de tiempo contra una pared y las rodillas dobladas; presión aplicada a diferentes partes del cuerpo; fuertes sacudidas al detenido; estrangulamiento y otros métodos de asfixia.
- Dentro de las celdas: largos periodos de aislamiento en celdas pequeñas, sin ventanas y frecuentemente, frías; privación del sueño, privación del derecho al acceso a productos básicos de higiene.
El uso de la presión física puntual ha sido reemplazado por métodos psicológicos desde que en 1999 la Corte Suprema lanzó la decisión “el Comité Público contra la Tortura en Israel vs. El Gobierno de Israel”. La decisión impuso ciertas restricciones en el uso de la tortura durante el periodo de interrogación. A pesar de ello, bajo esta decisión judicial, “una presión física moderada” estaba permitida basada en la “necesidad de defensa” y en los casos “contrarreloj”. A pesar de lo marcado por esta decisión judicial, los interrogadores israelíes continúan hoy en día utilizando técnicas prohibidas de interrogatorio. Como Israel puede legalmente mantener a los detenidos incomunicados hasta 60 días, los interrogadores de la Agencia de Seguridad Israelí pueden utilizar estos métodos de tortura con total impunidad.
Estudio de caso
O.K. es un estudiante universitario que fue arrestado en el campus a plena luz del día del 7 de marzo de 2018. Llegó al centro de interrogación Moskobiyya (situado en Jerusalén) sobre las 10 de la noche. El nombre del oficial de inteligencia que siguió su caso era “Foad”. Después de haberle leído sus derechos y una breve sesión de interrogatorio, O.K. fue conducido a una celda de 2x2 metros. En la celda había un colchón en el suelo y una manta y un agujero en el suelo a modo de baño. La celda tenía un olor horrible y el aire acondicionado estaba puesto a una temperatura muy baja.
La madre de O.K. fue detenida una semana después de que O.K. estuvo bajo interrogatorio. Cuando él supo que su madre también estaba siendo interrogada, él sintió la presión de confesar los cargos contra él. En ese momento, las sesiones de interrogatorio eran mucho más largas y O.K. estaba sufriendo privación del sueño. Como resultado de todo ello, O.K. inició una huelga de hambre abierta en señal de protesta por las condiciones en las que estaba detenido. La huelga de hambre la mantuvo durante 13 días.
Las manos de O.K. estaban esposadas a la silla y detrás de su espalda durante todas las sesiones de interrogatorio. Cada sesión duraba 20 horas continuadamente sin descanso. Esto le provocó a O.K. fuertes dolores de espaldas y de articulaciones. A O.K. se le prohibió también ver a su abogado hasta el 26 de marzo de 2018. Una vez que el interrogatorio terminó, fue trasladado a la prisión de Ofer cerca de Ramallah.
En definitiva, para conmemorar este 26 de junio y realmente apoyar solidariamente a toda la población palestina víctima de tortura, Addameer llama urgentemente a tender un compromiso activo para acabar con la tortura.
Por eso Addameer demanda urgentemente a la comunidad internacional, particularmente a las Naciones Unidas y otras agencias y cuerpos relevantes, así como a todos los Estados miembro de la misma a llevar a cabo las siguientes acciones:
- Intervenir diplomáticamente de forma inmediata con las autoridades de ocupación israelí y presionarlas para que cumplan sus obligaciones legales internacionales.
- Apoyar la creación de un cuerpo independiente de monitoreo e investigación para todos los casos de tortura y mal trato llevado a cabo por las fuerzas de ocupación israelíes; y
- Realizar un seguimiento de los casos particulares de tortura y mal trato contra las y los prisioneros palestinos y detenidos y dar conocimiento de estos casos ante las autoridades competentes.
Además, Addameer anima a la población civil a llevar a cabo acciones en defensa de toda la población prisionera palestina, particularmente de aquellos sometidos a tortura y mal trato por las fuerzas de ocupación israelíes, a través de:
- Contactar con las autoridades de ocupación israelíes para demandar el inmediato cese de todos los métodos prohibidos de tratamiento y asunción de responsabilidades por todos los casos de tortura y mal trato.
- Contactar con los políticos oficialmente elegidos y apremiarles para que intervengan con las autoridades de ocupación israelíes en este asunto.
1. Las Naciones Unidas eligieron el día 26 de junio como el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura porque La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, ratificado por el suficiente número de estados entró en vigor el 26 de junio de 1987.
2. Declaración Universal de los Derechos Humanos art.5 (1948); Convenio de los Derechos civiles y políticos art.7 (1976); Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1987). 3 HCJ 5100/94 Pub. Conv. Contra la Tortura en Isr. V. Israel (1999] IsrSC 53(4) 817. El 26 de junio 2018, al conmemorar las Naciones Unidas y el mundo el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de Tortura, Addameer se solidariza con los prisioneros palestinos que han sufrido las devastadoras consecuencias de la tortura y los malos tratos e inequívocamente condena todas las formas de dicho trato que ocurren en las prisiones israelíes, en los centros de interrogación y en los centros de detención.